
Mucha gente me ha avisado que no le tome cariño a un alcornoque que es un árbol grande ,
de raíces profundas que necesita mucho campo abierto, matorral, espesura y horizonte, olor a monte y a tierra húmeda. "Se da mal en macetas" terminan diciéndome los agoreros.
Pero yo recuerdo que mi madre criaba con tanto amor bichos y plantas imposibles,
Este alcornoque tiene once años en mi terraza y, como decía mi abuela,

está así de "gilocho". La peor desgracia me vaticinaban para su primo el quejigo, que todavía es de mayor estatura (ver las imágenes) que el alcornoque, y ahí lo tienen, esta primavera, después que el año pasado le quitara dos tercios de raíces.
Parece más viril, si eso es posible en un árbol o si no es políticamente incorrecto, más frondoso, y se le ve el tronco más fuerte, recio y grueso. Como le pase algo sé que me va a dar un chungo.