miércoles, 18 de junio de 2008

Mis little tomatoes

¡Qué ilusión descubrirlos cuando salgo cada mañana a la terraza! Descalza, me levanto temprano para regar y vigilar todo lo que hay plantado y me dan una enorme alegría ver ese bultito, apenas del tamaño de un garbanzo, debajo de lo que fue una flor. Una vez que he descubierto uno me he dado cuanta de que hay muchos, la mayoría de las flores han echado su fruto. Dice mi amigo Paco, que es biólogo, que ahora las semillas vienen genéticamente alteradas para autofecundarse, sin necesidad de que los insectos intervengan. Debe ser así porque en mi terraza mayormente lo que hay son pulgones y hormigas; nada de abejas, nada de avispas ni abejorros. Alguna mosca distraída que no sabe que la cocina está muy lejos de las jardineras. Una vez han descubierto el camino no se distraen ni siquiera en el compost pestoso que estoy haciendo con las malas hierbas.
Estoy segura que mi primera cosecha será de tomates verdes porque me puede la impaciencia de recogerlos. Tengo que buscar las verdadera receta de los tomates verdes fritos.

4 comentarios:

Josemari dijo...

Yo, como las moscas....muy bonita la terraza y tus tomates...pero prefiero ir directamente a la cocina a relamer el caramelo del lomo, si es que queda algo todavía.

delantal dijo...

jajajaja, algo queda, de lo que hice nuevo.
Yo creo que las moscas están tontas del calorazo que hace.

Pilar - Lechuza dijo...

Acabo de descubrir este rinconcito que tan en secreto guardabas....me encanta!! Domingo tambien tiene en nuestra mini-terraza un pequeño huerto. De momento ha plantado unos tomates cherry y un poco de perejil, je,je.
La infusión de nicotina tambien la tenemos preparada pues nos han atacado moscas blancas y pulgón.
Cuando cosechemos, pondré unas fotitos si no se los come él antes directamente de la mata.
Un abrazo

delantal dijo...

Hola Pily, bienvenida a este huequito.
Lo de la nicotina no sirve demasiado, sin embargo en el vivero venden unas estaquitas blancas que son rapidísimas y atacan a la mosca blanca y el pulgón, mano de santo, oye.
Ganas tengo de ver esos tomatitos tuyos.